Resumen:
Durante las dos últimas décadas Costa Rica ha sido mencionada no sólo como uno de los países con más alta fecundidad en el mundo, sino también como el de más elevado crecimiento vegetativo (3.9% en la década 1950-60). Estas afirmaciones, sin embargo, han dejado de tener validez. En un proceso que ha pasado inadvertido para los demógrafos mundiales y aún para una gran mayoría de los nacionales interesados en los asuntos demográficos, la tasa bruta de natalidad ha descendido rápida y continuamente en los últimos diez años, pasando de 48.00/00 en 1960 a 35.80/00 en 1969, y el ritmo de crecimiento de la población se ha empezado a reducir sensiblemente. Este descenso de natalidad en Costa Rica resulta especialmente interesante por varias razones: en primer lugar, Costa Rica había venido presentando la extraña situación de un país en el cual, no obstante haberse alcanzado un bajo nivel de mortalidad, un nivel relativamente alto de educación y un grado de desarrollo económico y social bastante elevado, la fecundidad no mostraba ninguna tendencia al descenso; por el contrario, a principios de la década de 1950 experimentó una alza considerable.