Resumen:
Este ensayo del sabio conservacionista Henri Pittier (1857-1950) que data de 1904 es posiblemente el primer testimonio sobre la excepcional longevidad de los habitantes de la Península de Nicoya, Costa Rica. Fue el estadístico costarricense Carlos Raabe quien llamó mi atención sobre este ensayo cuando en 2007 diversos medios de comunicación del mundo dan a conocer a la, así llamada, “Blue Zone” de Nicoya. La organización National Geographic había acuñado tres años antes en un artículo de su conocida revista el término Blue Zone para designar tres bolsones de súper longevidad en el mundo: Okinawa en Japón, Cerdeña en Italia y Loma Linda en California, EEUU. Más tarde, y a raíz de una ponencia sobre la excepcionalmente baja mortalidad de los nonagenarios costarricenses que presenté en la XXV Conferencia Mundial de la Unión Internacional para el Estudio Científico de la Población (IUSSP) en Tours, Francia y tras cuidadoso examen de la evidencia científica, National Geographic incluye a la península de Nicoya como la cuarta Blue Zone del mundo. Henri Pittier se anticipa, entonces, cien años en descubrir la Blue Zone de Nicoya.