Resumen:
Varios estudios han mostrado la conexión inversa entre población y bosque y, en especial, han evidenciado cómo el rápido crecimiento de la población está asociado con la deforestación masiva de los trópicos (Preston 1994, Rosero y Palloni 1998).
Costa Rica ha experimentado tasas de crecimiento poblacional y de deforestación entre las más altas del mundo: en cincuenta años la población se quintuplicó y, al mismo tiempo, se taló unos 11 mil kilómetros cuadrados de bosque -la quinta parte del territorio continental.
Bosque y población, pues, son aparentemente irreconciliables. Pero, por supuesto, la población no es el único factor de deforestación, también están las deficiencias y perversiones del mercado de créditos y capitales,
la pobreza y la mala distribución de la propiedad de la tierra, ciertos hábitos de consumo y ciertas acciones de las compañías multinacionales, la ignorancia del colonizador de la frontera agrícola... Algunos fenómenos geofísicos como precipitaciones, pendiente del terreno, tipo de suelo, accesibilidad y zonas de vida también aceleran el proceso de deforestación.